En estos mensajes recibidos en forma canalizada se revelan eventos sobre la aparición del ser humano terrestre y las influencias extraterráqueas que estuvieron involucradas en su proceso evolutivo, lo cual, se verá, ha colocado en situación de prueba y desafío al hombre. Se entenderá que, conocer ‘esta verdad’, es parte de la superación del desafío. Todo es para meditar… Se recomienda leer los mensajes en orden numérico.

miércoles, 24 de junio de 2015

2- La verdad sobre Urantia y su Humanidad. Mensaje n°2: “LOS INVASORES”


“LOS INVASORES”
20-02-1013.-  10,20hs.

            Vuestra historia oficial no cuenta la verdad respecto de la aparición del hombre sobre la Tierra. Se ha ocultado información clave para comprender la historia y las causas de muchos acontecimientos que han ocurrido y que determinan hoy en el mundo la marcha de las cosas.
            Todo este ocultamiento obedece a una ‘intención’ consciente de un grupo de seres que han estado vinculados a las siguientes tres razas humanas: Lemur, atlante y aria. Estos seres, que han influido en las humanidades de esas tres épocas raciales (durante la cuarta ronda terrestre) son extraterrestres de otras civilizaciones, de otros cuadrantes del Universo. Son viajeros del espacio en búsqueda de expansión y conquista, y en la Época Lemuriana en Urantia, entraron al aura planetaria y expresaron sus intenciones en formas de acciones contrarias al Plan Solar programado para este Planeta. Es decir, que estos seres sobrevolaron vuestro espacio planetario y al ver vida humanoide fácil de dominar, descendieron para realizar sus fines y propósitos.
            Se preguntarán algunos estudiantes, ¿cómo es que no pudo ser evitada tal intromisión por las Fuerzas de la Luz…?
            Bien, esto es lamentable, pero bien conocéis el dicho que dice: “EL TRABAJO ES MUCHO, Y LOS OBREROS, POCOS”…
            En primer lugar hay que comprender que el Universo está en expansión siguiendo patrones de arquetipos impulsados por la Voluntad Suprema, pero el Universo no es perfecto, sino que está en un continuo proceso de perfeccionamiento. Por lo tanto, todo está en movimiento, y los desafíos evolutivos son ‘para todos’, para ‘pequeños’ y ‘grandes’… Existen ARQUETIPOS DIVINOS sutiles a ser plasmados según la gran programación evolutiva, lo cual ‘desciende’ desde la Voluntad Suprema, pero no obstante eso, existen “Ingenieros” y “obreros” para llevar a cabo “LA OBRA” en cada plano de vida, hasta los planos más densos en materialidad, y al llegar a estas inferiores regiones, los ministros de Dios tienen grandes “desafíos” que afrontar para que esos ARQUETIPOS puedan ser plasmados, ya que existen fuerzas contrarias a la Voluntad Suprema, es decir, oscuras o anticrísticas, que funcionan principalmente en la banda de frecuencia más densificada de materia universal.
            Esas ‘fuerzas’ son remanentes de evoluciones cíclicas anteriores, son “rezagados” de procesos evolutivos pasados, que han quedado “a la deriva” y que poseen aún la vitalidad para moverse por los planos materiales densos (físico-etérico, astral y mental concreto, del gran Plano Físico Cósmico). Muchas de estas entidades ya no tienen conexión espiritual, la han perdido, ya que esperando están el término del presente Gran Ciclo Cósmico para disolverse definitivamente en el Pralaya. Pero, mientras tanto, obedeciendo a sus apetitos astrales, vagan por el espacio que alguna vez conquistaron, buscando la “vitalidad” que les permita permanecer aparentemente “vivos”… Esta vitalidad la obtienen de fuentes de energía y calor que pueden encontrar en otros seres vivientes. En vuestro lenguaje, la palabra “vampiro” es popularmente empleada para designar tal condición.
            Estos entes (que son en realidad ‘frecuencias astrales bajas’), los rezagados en proceso de desintegración, buscan por todos los medios lograr su permanencia; no desean desaparecer. Saben muy bien que son resabios evolutivos, los rastros perdidos de pasadas civilizaciones que ya sus procesos han cumplido. Han encontrado la manera de ‘vitalizar’ sus cuerpos (químico-etéricos y/o astrales) a través del control y la tiranía de civilizaciones jóvenes, que aún no pueden ni saben defenderse.
            Urantia se convirtió en uno de sus imperios o “colonias” (que se está desbaratando, como se verá más adelante…). Han encontrado la manera de explotar al hombre desde la infancia de la humanidad urantiana, cuando la raza humana apenas despuntaba al sol de la conciencia.
            Las fuerzas extraterrestres y ultraterrestres alineadas con la suprema Voluntad Solar no pudieron en aquel entonces frenar la brutal embestida de las fuerzas materiales densas, y el “Proyecto-Urantia” fue infectado.  
            Llamamos “infección” a la intromisión de “virus”, porque debéis comprender que, así como vuestro cuerpo físico puede ser infectado por virus, bacterias o parásitos, así también un cuerpo mayor, como es el de un planeta, puede infectarse también; y estos ‘virus’ son organismos desvitalizantes que desarmonizan la vida del conjunto.
            “Así como es arriba es abajo”, reza la Ley de Correspondencias, y es aplicando el pensamiento analógico al cual invita esta Ley, como podréis comprender estos temas. Veamos: Así como cuando se enferma vuestro cuerpo debéis fortalecer vuestras defensas naturales para eliminar al “intruso” (el virus), así ocurre también con alguna infección viral en el Cuerpo Planetario. Solo que ese proceso, que en vuestro cuerpo puede durar una semana para la rearmonización y retorno a la salud, en un planeta pueden ser miles de años… Esto es: “una semana” del tiempo cósmico… Aprended a ver los acontecimientos planetarios en forma cósmica; esto incluye al factor “tiempo”.
            Para Nosotros, las Fuerzas Crísticas operantes en Monmatia (sistema solar), no es sorprendente o ‘raro’ este tipo de situaciones. Sabemos que ocurren permanentemente “infecciones” (físico-químicas y astrales) en los mundos experimentales donde la vida material está en proceso evolutivo incipiente. Nuestras Fuerzas tienen que trabajar sin descanso para vitalizar esos mundos que se infectan, para liberarlos lo mejor que se pueda de su condición de desarmonía y ceguera, reencausándolos en los lineamientos de la Evolución.
Sabido es que no todas las infecciones son iguales, ya que dependen del tipo de “virus” del que se trata y del tipo de “organismo” afectado. Si lleváis esto con vuestra mente al pensamiento analógico, veréis más claro lo que estamos diciendo…
Conocemos muy bien el tipo de organismo patógeno que ha infectado a Urantia, ya que conocemos el “arquetipo-hombre” proyectado para la Tierra y conocemos su actual desarrollo, es decir, en qué nivel de plasmación de dicho Arquetipo se encuentra la actual Raza, y también conocemos el tipo de “virus” que la ha infectado. Por lo tanto, así como vuestros “médicos” saben tratar al enfermo, también Nosotros sabemos cómo proceder en estos casos de infección planetaria y racial.

En síntesis: La humanidad de Urantia fue infectada en la Época Lemuriana por “virus” ajenos al Planeta mismo. Conocemos ese tipo y clase de “virus”; son remanentes de una Raza de Orión, desvinculados ya, como dijimos, del proceso evolutivo. Existen otros tipos de ‘virus’ que también llegaron, en otros tiempos, pero no tienen gran incidencia en los asuntos mundiales de la Humanidad, como sí lo tienen los agentes grises y reptilianos anticrísticos de Zeta Reticuli y de Orión.
Estos ‘virus’ han infectado a la Raza terrestre con sus genes, ya que ese es el primer método que emplean al intentar dominar una raza, para poder absorber su vitalidad. Una vez que infectan con su genética a la raza a la que invaden se valen de los vehículos humanoides de esa raza para obtener poder y vitalidad. Lo hacen generando influencias astrales densas en los desprevenidos humanos, ya que estas entidades se nutren de las energías densas materiales; es por eso que influencian e impulsan al hombre a cometer todo tipo de acciones de orden inferior, desde donde extraen el “fuego oscuro” resultante, que es su alimento. Violencia, lujuria, miedo y odio son su nutrición.

La lucha interna del hombre entre Dios y el Demonio, entre el Bien y el Mal, que dentro de sí pulsean, no es otra cosa que la lucha de las fuerzas evolutivas, los “anticuerpos” en el hombre, contra estas fuerzas involutivas, los ‘virus’, que se alimentan de la densidad de vibraciones tamásicas.
En Teosofía se ha expresado el conocimiento de esta lucha interior en el hombre en forma más “impersonal”, al explicar que son ciertas ‘fuerzas elementales’ que tienden a la densificación de la materia las que producen en el hombre sus tendencias ‘bajas’ y densas (además de cargar con naturales tendencias instintivas de su pasado animal…), y que el hombre debe hacer frente a dichas fuerzas subconscientes con la disciplina y la voluntad, no dejándose regir o dominar por tales impulsos ciegos. Pero, si bien es cierto que tal ‘vida elemental’ encargada de la materialización de la Vida Divina puede producir ciertos efectos de densitud, no es suficiente por sí misma para explicar la degeneración en la que gran parte de la humanidad ha caído. Tal degeneración y “ruptura evolutiva” ha sido producida especialmente por los “visitantes” no autorizados, los “virus” a los que hemos hecho referencia. Tales ‘virus’ producen en los humanos afectados ‘la enfermedad del poder’ asociada a la violencia, la lujuria, el odio y la barbarie, y la cura es la verdadera Fe en el Espíritu, en el poder liberador de la Luz Crística-Solar, con ayuno (austeridad) y oración.

Sabemos que estos temas son muy difíciles de incorporar por la mente humana llena de condicionamientos y miedos inconscientes, pero también vemos que es tiempo de que comencéis, como Raza, a comprender las cosas tal como son.
Una parte de vosotros ya no sois “niños”, a quienes para explicarles cómo viene un bebé al mundo, hay que recurrir al bello cuento de “la cigüeña” para calmar su infantil sed de saber… Existen seres más adultos en la humanidad de Urantia. Aún con todas las dificultades de vuestra “historia clínica”, habéis madurado. Ahora, al menos un grupo sectorizado ya puede saber de estas verdades sin escandalizarse; ya no os horrorizaréis si cambiáis el bello cuento de “la cigüeña” por la cruda realidad del “parto”, con dolor, tal como es.
La verdad es la que es, no la que deseamos que sea.
Meditad en estos contactos.


Amork, en sintonía.



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