“LOS
INVASORES”
20-02-1013.- 10,20hs.
Vuestra
historia oficial no cuenta la verdad respecto de la aparición del hombre sobre
la Tierra. Se ha ocultado información clave para comprender la historia y las
causas de muchos acontecimientos que han ocurrido y que determinan hoy en el mundo
la marcha de las cosas.
Todo
este ocultamiento obedece a una ‘intención’ consciente de un grupo de seres que
han estado vinculados a las siguientes tres razas humanas: Lemur, atlante y
aria. Estos seres, que han influido en las humanidades de esas tres épocas
raciales (durante la cuarta ronda terrestre) son extraterrestres de otras
civilizaciones, de otros cuadrantes del Universo. Son viajeros del espacio en
búsqueda de expansión y conquista, y en la Época Lemuriana en Urantia, entraron
al aura planetaria y expresaron sus intenciones en formas de acciones contrarias
al Plan Solar programado para este Planeta. Es decir, que estos seres
sobrevolaron vuestro espacio planetario y al ver vida humanoide fácil de
dominar, descendieron para realizar sus fines y propósitos.
Se
preguntarán algunos estudiantes, ¿cómo es que no pudo ser evitada tal
intromisión por las Fuerzas de la Luz…?
Bien,
esto es lamentable, pero bien conocéis el dicho que dice: “EL TRABAJO ES MUCHO,
Y LOS OBREROS, POCOS”…
En
primer lugar hay que comprender que el Universo está en expansión siguiendo
patrones de arquetipos impulsados por la Voluntad Suprema, pero el Universo no
es perfecto, sino que está en un continuo proceso de perfeccionamiento. Por lo
tanto, todo está en movimiento, y los desafíos evolutivos son ‘para todos’,
para ‘pequeños’ y ‘grandes’… Existen ARQUETIPOS DIVINOS sutiles a ser plasmados
según la gran programación evolutiva, lo cual ‘desciende’ desde la Voluntad
Suprema, pero no obstante eso, existen “Ingenieros” y “obreros” para llevar a
cabo “LA OBRA” en cada plano de vida, hasta los planos más densos en
materialidad, y al llegar a estas inferiores regiones, los ministros de Dios
tienen grandes “desafíos” que afrontar para que esos ARQUETIPOS puedan ser
plasmados, ya que existen fuerzas contrarias a la Voluntad Suprema, es decir,
oscuras o anticrísticas, que funcionan principalmente en la banda de frecuencia
más densificada de materia universal.
Esas
‘fuerzas’ son remanentes de evoluciones cíclicas anteriores, son “rezagados” de
procesos evolutivos pasados, que han quedado “a la deriva” y que poseen aún la
vitalidad para moverse por los planos materiales densos (físico-etérico, astral
y mental concreto, del gran Plano Físico Cósmico). Muchas de estas entidades ya
no tienen conexión espiritual, la han perdido, ya que esperando están el
término del presente Gran Ciclo Cósmico para disolverse definitivamente en el
Pralaya. Pero, mientras tanto, obedeciendo a sus apetitos astrales, vagan por
el espacio que alguna vez conquistaron, buscando la “vitalidad” que les permita
permanecer aparentemente “vivos”… Esta vitalidad la obtienen de fuentes de
energía y calor que pueden encontrar en otros seres vivientes. En vuestro
lenguaje, la palabra “vampiro” es popularmente empleada para designar tal
condición.
Estos
entes (que son en realidad ‘frecuencias astrales bajas’), los rezagados en
proceso de desintegración, buscan por todos los medios lograr su permanencia;
no desean desaparecer. Saben muy bien que son resabios evolutivos, los rastros
perdidos de pasadas civilizaciones que ya sus procesos han cumplido. Han
encontrado la manera de ‘vitalizar’ sus cuerpos (químico-etéricos y/o astrales)
a través del control y la tiranía de civilizaciones jóvenes, que aún no pueden
ni saben defenderse.
Urantia
se convirtió en uno de sus imperios o “colonias” (que se está desbaratando,
como se verá más adelante…). Han encontrado la manera de explotar al hombre
desde la infancia de la humanidad urantiana, cuando la raza humana apenas
despuntaba al sol de la conciencia.
Las fuerzas extraterrestres y
ultraterrestres alineadas con la suprema Voluntad Solar no pudieron en aquel
entonces frenar la brutal embestida de las fuerzas materiales densas, y el
“Proyecto-Urantia” fue infectado.
Llamamos
“infección” a la intromisión de “virus”, porque debéis comprender que, así como
vuestro cuerpo físico puede ser infectado por virus, bacterias o parásitos, así
también un cuerpo mayor, como es el de un planeta, puede infectarse también; y
estos ‘virus’ son organismos desvitalizantes que desarmonizan la vida del
conjunto.
“Así
como es arriba es abajo”, reza la Ley de Correspondencias, y es aplicando el
pensamiento analógico al cual invita esta Ley, como podréis comprender estos
temas. Veamos: Así como cuando se enferma vuestro cuerpo debéis fortalecer
vuestras defensas naturales para eliminar al “intruso” (el virus), así ocurre
también con alguna infección viral en el Cuerpo Planetario. Solo que ese
proceso, que en vuestro cuerpo puede durar una semana para la rearmonización y
retorno a la salud, en un planeta pueden ser miles de años… Esto es: “una
semana” del tiempo cósmico… Aprended a ver los acontecimientos planetarios en
forma cósmica; esto incluye al factor “tiempo”.
Para
Nosotros, las Fuerzas Crísticas operantes en Monmatia (sistema solar), no es
sorprendente o ‘raro’ este tipo de situaciones. Sabemos que ocurren
permanentemente “infecciones” (físico-químicas y astrales) en los mundos
experimentales donde la vida material está en proceso evolutivo incipiente. Nuestras
Fuerzas tienen que trabajar sin descanso para vitalizar esos mundos que se
infectan, para liberarlos lo mejor que se pueda de su condición de desarmonía y
ceguera, reencausándolos en los lineamientos de la Evolución.
Sabido es que no todas las
infecciones son iguales, ya que dependen del tipo de “virus” del que se trata y
del tipo de “organismo” afectado. Si lleváis esto con vuestra mente al
pensamiento analógico, veréis más claro lo que estamos diciendo…
Conocemos muy bien el tipo
de organismo patógeno que ha infectado a Urantia, ya que conocemos el
“arquetipo-hombre” proyectado para la Tierra y conocemos su actual desarrollo,
es decir, en qué nivel de plasmación de dicho Arquetipo se encuentra la actual
Raza, y también conocemos el tipo de “virus” que la ha infectado. Por lo tanto,
así como vuestros “médicos” saben tratar al enfermo, también Nosotros sabemos
cómo proceder en estos casos de infección planetaria y racial.
En síntesis: La humanidad
de Urantia fue infectada en la Época Lemuriana por “virus” ajenos al Planeta
mismo. Conocemos ese tipo y clase de “virus”; son remanentes de una Raza de
Orión, desvinculados ya, como dijimos, del proceso evolutivo. Existen otros
tipos de ‘virus’ que también llegaron, en otros tiempos, pero no tienen gran
incidencia en los asuntos mundiales de la Humanidad, como sí lo tienen los
agentes grises y reptilianos anticrísticos de Zeta Reticuli y de Orión.
Estos ‘virus’ han
infectado a la Raza terrestre con sus genes, ya que ese es el primer método que
emplean al intentar dominar una raza, para poder absorber su vitalidad. Una vez
que infectan con su genética a la raza a la que invaden se valen de los
vehículos humanoides de esa raza para obtener poder y vitalidad. Lo hacen
generando influencias astrales densas en los desprevenidos humanos, ya que
estas entidades se nutren de las energías densas materiales; es por eso que
influencian e impulsan al hombre a cometer todo tipo de acciones de orden
inferior, desde donde extraen el “fuego oscuro” resultante, que es su alimento.
Violencia, lujuria, miedo y odio son su nutrición.
La lucha interna del
hombre entre Dios y el Demonio, entre el Bien y el Mal, que dentro de sí
pulsean, no es otra cosa que la lucha de las fuerzas evolutivas, los
“anticuerpos” en el hombre, contra estas fuerzas involutivas, los ‘virus’, que
se alimentan de la densidad de vibraciones tamásicas.
En Teosofía se ha
expresado el conocimiento de esta lucha interior en el hombre en forma más
“impersonal”, al explicar que son ciertas ‘fuerzas elementales’ que tienden a
la densificación de la materia las que producen en el hombre sus tendencias
‘bajas’ y densas (además de cargar con naturales tendencias instintivas de su
pasado animal…), y que el hombre debe hacer frente a dichas fuerzas
subconscientes con la disciplina y la voluntad, no dejándose regir o dominar
por tales impulsos ciegos. Pero, si bien es cierto que tal ‘vida elemental’
encargada de la materialización de la Vida Divina puede producir ciertos
efectos de densitud, no es suficiente por sí misma para explicar la
degeneración en la que gran parte de la humanidad ha caído. Tal degeneración y
“ruptura evolutiva” ha sido producida especialmente por los “visitantes” no
autorizados, los “virus” a los que hemos hecho referencia. Tales ‘virus’
producen en los humanos afectados ‘la enfermedad del poder’ asociada a la
violencia, la lujuria, el odio y la barbarie, y la cura es la verdadera Fe en
el Espíritu, en el poder liberador de la Luz Crística-Solar, con ayuno (austeridad)
y oración.
Sabemos que estos temas
son muy difíciles de incorporar por la mente humana llena de condicionamientos
y miedos inconscientes, pero también vemos que es tiempo de que comencéis, como
Raza, a comprender las cosas tal como son.
Una parte de vosotros ya
no sois “niños”, a quienes para explicarles cómo viene un bebé al mundo, hay
que recurrir al bello cuento de “la cigüeña” para calmar su infantil sed de
saber… Existen seres más adultos en la humanidad de Urantia. Aún con todas las
dificultades de vuestra “historia clínica”, habéis madurado. Ahora, al menos un
grupo sectorizado ya puede saber de estas verdades sin escandalizarse; ya no os
horrorizaréis si cambiáis el bello cuento de “la cigüeña” por la cruda realidad
del “parto”, con dolor, tal como es.
La verdad es la que es, no
la que deseamos que sea.
Meditad en estos contactos.
Amork, en sintonía.
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